Hermano Lizardo
Los espíritus de las personas que mueren ahorcadas, deambulan por muchos años en el lugar donde ocurrió su deceso. Aunque su cadáver sea incinerado, su espíritu no logrará entrar a los Quintos Apurados, sino después de años de pernotar entre el plano material y el mundo espiritual o Cuarta Dimensión extrasensorial.
Quizá por esta razón en algunas culturas se estableció la horca como una forma de castigar con la pena de muerte a las personas que infringen la ley, o cometen delitos tipificados como graves por esas legislaciones. Seguramente esos legisladores o promotores de esta horrorosa pena, sabían que los espíritus no descansarán en el otro mundo, y por esa razón utilizaron esta práctica para castigar.
No obstante, estos espíritus son milagrosos y cuando una persona se comunica con ellos, solicita algún favor, los beneficios no se hacen esperar.
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