Hermano Lizardo
Desde hace más de ocho mil años los antiguos egipcios utilizaban la planta de Sabila (alóe vera) para defenderse de los maleficios y las influencias cósmicas negativas.
En las viviendas de los egipcios era común encontrar una mata de Sabila colgada en el muro detrás de la puerta principal, sobre una piel de cocodrilo.
Pero realmente la virtud la poseen los espíritus elementales de la Sabila. Vistos clarividentemente, estos espíritus elementales se parecen a niños recién nacidos, de un color rosado transparente y de una belleza incomparable.
Es indispensable colocar una mata de Sabila en un lugar del muro de la entrada principal de las viviendas o del local comercial, para que sirva de escudo contra las malas influencias, envidias y maleficios de aquellos seres que nos quieren hacer daño.
Para colocar esta mata de Sabila es necesario realizar un ritual solemne con la respectiva Oración de Iniciación, colocando la herradura, los clavos, las siete cintas representando los siete colores o rayos cósmicos universales, la flor de trigo, un pedazo de imán, tres monedas de oro, cobre u otro metal. Debe rezarse la Oración al Hermano Lizardo Milagroso de los Desparecidos, la Oración del Ritual de Iniciación, y todos los viernes rezar la Oración de la mata de Sabila.
Si la mata se seca o se pudre, debe botarse inmediatamente porque significa que han tirado un maleficio; debe consultar al Hermano Lizardo para colocar una nueva mata.
La mata de Sabila colgada del muro de la entrada principal, requiera que se haga un mantenimiento cada seis meses.
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